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Quizás algunos no viven lejos de su
lugar de trabajo y han pensado en irse en bicicleta pero terminan por no
hacerlo por una u otra razón. Nadie quiere llegar sudado a la oficina. Tal vez
crees que jamás llegaras a tiempo o no te sientes con la confianza para
enfrentarte al tráfico.
Para muchos este traslado del hogar
a la oficina y viceversa puede ser casi como una tortura. Los minutos parecen
horas y uno llega estresado, de mal humor y la verdad con pocas ganas de
trabajar. Y al regresar a casa la misma historia. Por lo menos así eran mis
mañanas hace algunos años.
Un buen día decidí dejar el coche a
un lado y desplazarme en bicicleta. Desde el primer día se pueden sentir los
cambios. No más gasolineras, no más pérdidas de tiempo atascado en el tráfico. Uno
llega al trabajo relajado, contento con esa sensación de tranquilidad de que
además de hacer un poco de ejercicio estas contribuyendo a reducir emisiones,
ruido y al desahogo de la ciudad. Esta científicamente comprobado que
desplazarse en bicicleta, en distancias menores a los 10km, es más eficiente
que en coche o transporte público.
¡Siempre es un buen día para empezar
a ir a trabajar en bicicleta! Aquí van algunos consejos para comenzar.
1.
Seguridad.
Siempre, antes de salir en bicicleta
ya sea al trabajo o a cualquiera que sea tu destino asegúrate de que tu
bicicleta se encuentre en buen estado. Presión en las ruedas, luces funcionando
correctamente, frenos y cambios bien ajustados.
Fundamental, ¡No olvides tu casco!
2. Planea tu
ruta.
Antes de emprender nuestro recorrido
es mejor planear nuestra ruta. No siempre la ruta más directa es la más
recomendable. Es muy probable que el camino más directo a nuestro lugar de
trabajo sea a través de alguna avenida llena de coches y contaminación. Según los
expertos lo mejor es procurar utilizar las calles secundarias en las que hay
menos tráfico. Al haber un número más reducido de vehículos a velocidades
menores, son más seguras y hay menos contaminación. Además, con nuestra ruta ya
en mente podemos dedicarnos más a eso de disfrutar de nuestro viaje.
3. Calcula
tu tiempo.
Una de las ventajas de trasladarse
en bicicleta es que se puede llegar siempre a tiempo. Basta con calcular el
tiempo que tardaremos en recorrer la distancia a nuestro destino final. Si sales
del punto “A” con suficiente antelación no hay necesidad de pedalear a gran
velocidad y uno tiene la oportunidad de relajarse y prepararse para el día de
trabajo.
4. ¿Qué
necesitas para el trabajo y como lo llevas?
Dependiendo del tipo de trabajo, lo
más seguro es que sea necesario transportar alguna herramienta, ordenador portátil
o documentos. Existen diferentes formas en las que podemos transportar nuestras
cosas, dependiendo del tipo de bicicleta que tengamos, peso y dimensiones de la
carga y la distancia que recorreremos. Lo más importante, sea lo que sea
que transportemos tenemos que asegurarnos de que nos permita maniobrar
libremente, que no nos obstruya la vista y que no se vaya a atascar en alguna
rueda o cadena. Si la distancia no es mucha y la carga no es pesada lo más
sencillo es utilizar una mochila o una bolsa tipo mensajero. En distancias
largas las mochilas pueden hacer que sudemos en exceso.
Cuando la distancia es un poco más
larga lo ideal es instalar un portabultos o parrilla en nuestra bicicleta a la
que inclusive se le pueden añadir alforjas. Finalmente, si el peso a
transportar ya es considerable lo más práctico es utilizar algún tipo de
remolque.
5. Llevar
herramientas básicas y reflectantes.
Un kit
básico que siempre debemos tener a la mano deberá contar con cámara de
repuesto, parches para cámara, desmontables, bomba inflador y una
multiherramienta.
6. Asegúrate
de usar vestimenta apropiada.
No hace falta ir vestido para el
Tour de Francia. Una vestimenta apropiada es aquella que nos permite subir y
bajar de la bicicleta con comodidad. Que los pantalones o falda en el caso de
las mujeres no se atasque en la rueda o en la cadena. Es decir, ropa que sea
cómoda para pedalear.
Habrá ocasiones en los que sea
necesario llevar ropa para cambiarse, pero en general no es necesario. Como ya
se menciono, si uno sale de su casa con tiempo suficiente no será necesario
pedalear a gran velocidad y uno no suda tanto.
Llegar al trabajo despierto, sin
estrés y listo para entrar en acción es más sencillo de lo que parece. ¡Notaremos
la diferencia desde el primer día!
